20 de marzo de 2013
La Seguridad Industrial, el estilo de vida que acompaña a Drummond
Como parte de la prevención de riesgos, en Drummond se considera fundamental el reconocer las buenas acciones y multiplicarlas para garantizar que los procedimientos seguros sean una constante. Razón por la que es un orgullo reportar que, en comparación con el 2011, en el año 2012 se redujo en las operaciones mineras el índice de accidentes incapacitantes en un 40%.
En el caso de Puerto se realizaron múltiples reconocimientos por áreas, felicitando a todos los trabajadores por el tiempo que llevan sin registrar accidentes incapacitantes. Muestra de esto, fue el reporte del 72% en el año 2012, de los grupos pertenecientes a todas las áreas que no tuvieron accidentes incapacitantes, destacando que, dentro de esa cifra, un 61% no sólo no presentó accidentes, sino que lleva cinco años o más, sin eventualidad alguna.
Esto ratifica que la palabra seguridad se vive en cada rincón de Drummond como un estilo de vida, en las distintas operaciones que se realizan el auto-cuidado se trabaja como uno de los principales valores, debido a que a diario se recuerda a quienes laboran y conforman esta empresa que: “¡Si no es seguro no lo haga!” o “¡si no es seguro hágalo seguro!”, frases que acompañan el ritmo laboral y permiten a cada quién cuestionarse sobre el trabajo que está a punto de ejecutar para identificar los posibles peligros.
Dichos logros hacen parte del compromiso y desempeño que demuestra toda la operación de Drummond, engranado al Sistema de Gestión de Salud y Seguridad Laboral, a través del cual se desarrollan distintos proyectos de prevención como son nuestros programas prioritarios: la intervención de riesgos, entrenamientos, el control de contratistas y el plan integral de emergencias, con el fin de cubrir todos los campos posibles.
Es así como dentro de estos proyectos se desarrollan una serie de programas y capacitaciones haciendo más segura la práctica laboral: la identificación de peligros, la implementación de controles, los procedimientos de trabajo seguro, las inspecciones planeadas, las auditorías, los encuentros de brigadas de emergencia, los simulacros y las campañas de seguridad. Al igual que las Charlas 360º o Charlas de Seguridad, los ciclos de entrenamiento regular y los ciclos de entrenamientos especiales, dentro de los cuales se destaca el programa de ‘Seguridad Centrada en el Ser’, han contribuido a mejorar los comportamientos y a optimizar las condiciones físicas del entorno laboral asumiendo la seguridad, desde el individuo, como una regla de vida.
Tales programas permiten desarrollar a plenitud la responsabilidad y forjar el compromiso que debe estar inmerso en cada trabajador, adoptando el concepto de seguridad no sólo mientras permanece en la empresa, sino al estar con su familia y en todas sus actividades diarias. Por eso la Seguridad Industrial se convierte en “nuestro estilo de vida, que guía todo lo que hacemos, protegiendo a quienes nos rodean, a nuestro entorno, recursos y a nosotros mismos”. Una razón más para que cada trabajador esté atento a sus movimientos, sea consciente de todas las acciones que tiene que ejecutar como parte de su trabajo haciendo lo mejor que puede con total responsabilidad.