Buenas tardes a todos. Para Drummond Ltd. y para mí como presidente de la compañía es un honor y un motivo de orgullo participar en esta entrega de becas con las que jóvenes del Cesar y el Magdalena podrán hacer realidad sus sueños de construir un futuro a partir del conocimiento.
En Drummond estamos convencidos de que la educación es uno de los principales vehículos de movilidad social. Desde el inicio del proyecto, a finales de los ochenta y comienzos de los noventa, luego de que el Sr. Garry Drummond, quien presidiera la compañía desde 1973 hasta su muerte el año pasado, decidiera invertir en el desarrollo de Colombia, una de sus principales decisiones fue que nuestros programas de Responsabilidad Social tuvieran como norte el acceso a la educación, no solo de nuestros empleados y sus familias, sino de la comunidad de nuestra área de influencia y especialmente los niños y jóvenes de más escasos recursos.
Con mucha frecuencia, el señor Drummond nos compartía su visión de que los niños y jóvenes son el presente y futuro de una Nación, y que su nivel de educación era un factor fundamental para el desarrollo y crecimiento de un país.
Tras su fallecimiento, todos los que trabajamos en la compañía tenemos la responsabilidad de honrar su memoria y mantener su legado. Es por eso que hoy nos llena de emoción seguir aportando a la formación académica y al progreso de las familias de esta región con la Beca Drummond.
En el mundo, el aporte de la educación al desarrollo de los países está suficientemente documentado. La cobertura y el nivel de formación alcanzado determinan no solo las posibilidades de que una persona encuentre trabajo, sino que todo su entorno avance. Según un informe del Banco Mundial, un año adicional de escolarización puede aumentar los ingresos en un 10 % al año. Esto es típicamente superior a cualquier otra inversión que un individuo pueda hacer.
Por ejemplo, en países como Dinamarca la cobertura y el nivel de educación que les proporcionan a sus habitantes son factores fundamentales para el desarrollo del país. Allí, cerca del 82% de las personas continúan en el sistema educativo después de cumplir los 16 años. Por esa razón, en el índice de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas se le otorgó a Dinamarca la calificación de 0.993, que es de los más altos en el mundo, empatando en el primer lugar a Australia y Nueva Zelanda.
En el caso de Colombia, en un informe publicado el año pasado por el Ministerio de Educación como aporte para el proceso de la adhesión de Colombia a la OCDE, el gobierno asegura que “Colombia puso a la educación como la principal prioridad para mejorar la prosperidad económica y social del país y ha prometido más recursos para este sector que para cualquier otro”.
Todo ello nos muestra que estamos en el camino correcto y que enfocar gran parte de nuestros esfuerzos en que las personas de nuestra región tengan mayores capacidades, y en la educación de niños y jóvenes como motor de desarrollo, es quizá una de las mayores inversiones que podemos hacer para consolidar el logro de la paz en Colombia.
Desde el principio, la inversión en educación se enfocó en ayudar a los gobiernos locales y regionales con el desarrollo de la infraestructura necesaria para atender a la niñez, hoy seguimos invirtiendo para que en nuestra área de influencia ningún joven se quede sin la posibilidad de educarse. Es así como Drummond ha participado en la cofinanciación de la construcción de más de 542 aulas escolares en primaria, bachillerato y en Centros de desarrollo infantil, así como laboratorios de ciencia e informática. En total, la compañía ha beneficiado a más de 25.000 niños por año.
Así mismo, en el Cesar, el año anterior invertimos en el fortalecimiento del plan de fomento de la lectura, mediante la remodelación y dotación de la Biblioteca Infantil Rafael Carrillo Luque en Valledupar, seguimos incentivando la práctica del deporte fortaleciendo escuelas deportivas en sus diferentes disciplinas con la entrega de dotación e implementos para su práctica. En el Magdalena, a través de convenios como el que suscribimos con la Fundación Génesis, hemos beneficiado a 741 niños con el fortalecimiento de la educación y la nutrición en los municipios de Aracataca, Ciénaga y Zona Bananera. Además, con la Fundación Casa en el Árbol, 150 niños del Instituto Carlos García Mayorca, de la vereda Cordobita en municipio de Ciénaga, participan del programa Futbol por la Paz y en el fortalecimiento de valores y principios.
De igual forma, estamos trabajando de la mano con las políticas del Gobierno Nacional, en alianza con la Agencia Colombiana para la Reintegración en los colegios del área de influencia, en la implementación de la metodología de “El Golombiao”, un juego en torno a la Paz encaminado al fortalecimiento de valores fundamentales del individuo y la sociedad.
Ahora, con el esfuerzo de brindar educación superior a los jóvenes de la Región, Drummond reafirma nuevamente su compromiso con el país. Hoy entregamos becas universitarias a diez jóvenes de escasos recursos y excelente rendimiento académico, provenientes de municipios en nuestra zona de influencia en el Cesar, y 3 jóvenes que cumplen las mismas condiciones en municipios del Magdalena. Con estas nuevas entregas se completan 102 jóvenes en el Cesar y en el Magdalena que se les cumple el sueño de obtener capacitación formal en el campo de estudio en el que quieran desarrollar su proyecto de vida. De estos 102 jóvenes, 39 ya se encuentran graduados y 5 más en proceso de grado, para un total de 44.
A ellos se suman los más de 7.500 hijos de nuestros trabajadores que anualmente reciben auxilios para el pago de matrículas en primaria, bachillerato y Universidad. Este es un programa fundamental de nuestras actividades de Responsabilidad Social.
Sin embargo, nuestra misión es hacer que este esfuerzo sea sostenible y ayudar a los estudiantes a llegar al final de este proceso educativo. Con esto me refiero a que, como muchos de ustedes saben, la compañía no solo costea el valor de la matrícula universitaria durante el tiempo de duración de la carrera, sino que da un auxilio mensual de $952.000 mensuales durante 10 meses al año, para el sostenimiento de cada uno de estos nuevos becados. Dicho auxilio diferencia la Beca Drummond de muchos otros programas, y ayuda a que los estudiantes no se vean forzados a abandonar sus estudios por falta de recursos.
En medio de la coyuntura que vivimos de consolidar la paz en el país y del deber que tenemos como ciudadanos de contribuir al progreso de Colombia, una de las enseñanzas que quisiera que se lleven nuestros becarios es la importancia de tenderle la mano a otra persona, de manera desinteresada y con el único propósito de ayudar a que otros tengan un mejor futuro para sí mismos y para sus familias. Su compromiso será incluir al excluido, privilegiar el diálogo y la concertación frente a cualquier conflicto, aprender a convivir de forma pacífica pese a las diferencias y seguir creyendo que vale la pena educarse y trabajar por este país.
Hoy es un día de gran emoción para mí y para todos quienes trabajamos en Drummond. No es solo la satisfacción del deber cumplido, el compromiso por mantener el legado Garry Drummond; sino el convencimiento de que cada uno de los empleados de la compañía, desde sus distintos roles, está contribuyendo con el desarrollo económico y social de la Región, y que, una vez más, hacer una minería sostenible se traduce en mejor calidad de vida para todos los colombianos.
En Drummond los sueños nacen de la tierra, y queremos que los sueños de estos jóvenes y los de muchos otros en esta región, se hagan realidad.