23 de septiembre de 2016
Hemos leído el último reporte publicado el 11 de septiembre del año en curso por Pax en su página web, en relación a las supuestas amenazas en contra de la sociedad civil en Colombia por parte de lo que Pax llama organizaciones neo-paramilitares, las cuales las autoridades colombianas han descrito como bandas criminales (BACRIM).
Drummond condena y denuncia a estas bandas y sus actos criminales. Drummond no ha tenido ninguna relación o contacto con estas bandas o ningún otro grupo ilegal, como ha sido probado varias veces en las cortes de EE.UU. y de Colombia.
Adicionalmente, Drummond vehementemente rechaza cualquier amenaza por parte de estas bandas criminales hacia sus empleados, comunidades y ONGs. Estas bandas son ilegales y no representan o defienden los intereses de Drummond. Estamos trabajando con las instituciones colombianas para asegurarnos de que cualquier amenaza o violación de derechos humanos en contra de nuestros empleados sean investigadas.
En relación a incidentes violentos en la región donde operamos, como le comunicamos a Pax en una carta enviada a ellos en mayo de este año, “en Drummond compartimos con la mayoría de los colombianos y la comunidad internacional el dolor por todas las víctimas de la violencia en Colombia. El sufrimiento al cual todas las víctimas han sido sujetas es inaceptable, sin importar quienes hayan sido los agresores. Celebramos los esfuerzos que el Gobierno colombiano ha realizado para desarrollar un proceso de paz con las FARC y el ELN y desde el fondo de nuestro corazón esperamos que este proceso sea exitoso, que fortalezca la democracia y contribuya a un futuro más sostenible para Colombia”.
Sobre los casos específicos mencionados en el reporte “Sociedad Civil Bajo Amenaza”, Drummond inmediatamente reportó a las autoridades los hechos de los cuales teníamos conocimiento cuando sucedieron y les pedimos investigarlos y tomar las medidas necesarias, de acuerdo a nuestras políticas y a los Principios Voluntarios en Seguridad y Derechos Humanos, como también los Principios Rectores de las Naciones Unidas en Derechos Humanos y Empresas. En cuanto a los otros casos reportados por Pax, estamos enviando el reporte a las autoridades correspondientes.
En todo momento hemos trabajo con las instituciones del gobierno para asegurarnos que las investigaciones estén siendo llevadas a cabo y que las partes responsables comparezcan ante la justicia.
Finalmente, nuevamente Pax se apoya en este reporte en falsos testimonios dados por paramilitares condenados, cuando ya ha sido probado — y Pax está al tanto de esto — que estos fueron pagados para dar falsos testimonios. Esta fue la conclusión de los poderes judiciales.
De nuevo, utilizando un extracto de la carta que enviamos a Pax en mayo de este año, “la Corte Suprema de los Estados Unidos falló a favor de Drummond Company y negó la solicitud realizada por los demandantes de Balcero vs. Drummond de revisar el caso, reafirmando la sentencia emitida por el Undécimo Circuito de la Corte de Apelaciones, afirmando la desestimación del caso el 25 de julio de 2013. La sentencia original de la Corte estableció que el registro de pruebas demostró la ausencia de apoyo probatorio por parte del caso de los demandantes. Drummond recibe con beneplácito la sentencia de la Corte Suprema ya que es la reafirmación de que realizamos nuestros negocios dentro de la ley en todo momento. En ningún momento hemos estado involucrados en actividades ilegales o en relaciones con grupos ilegales”.
Una vez más, le pedimos a Pax rectificar las acusaciones difamatorias y falsas que han sido demostradas una y otra vez de ser infundadas.